Acompañar a otros en tiempos difíciles

Tranquilo, ya va a pasar. Podría haber sido mucho peor. ¡No es para tanto! Pensá en las personas que están peor que vos.
¿Quién de nosotros no recibió alguna de estas palabras de “aliento” de nuestros seres queridos en un intento de darnos consuelo en momentos de angustia?
¿Quién de nosotros no dijo alguna vez estas palabras con la intención de contener a otros?

Todos pasamos por momentos difíciles en algún momento de nuestra vida. Un ser querido que se fue, una enfermedad que atravesamos, una pareja que nos dejó, un proyecto que fracasó, un distanciamiento de un amigo o socio, una dificultad económica, etc. Ni hablar de la pandemia que estamos atravesando hoy con las consecuencias que la misma trae aparejadas.

Son momentos en los que nos sentimos abrumados. Nos perdemos en medio de tanta sufrimiento y no sabemos bien qué hacer. Nuestro cuerpo está y la gente que nos rodea lo puede ver. Pero la realidad es que no estamos presentes ya que nuestra mente se encuentra absorta en medio de una maraña de pensamientos que nos llenan de preocupación.

Llegamos a oír el eco de algunas palabras que resuenan a lo lejos… No te preocupeeeeesss… Todooo va a estar bieeeennnn!!

¡Qué contradictorio! Lejos de tranquilizarnos, nos llenamos de rabia! ¿Cómo va a estar todo bien si hoy está todo mal?

Hoy más que nunca, estamos rodeados de personas que la están pasando muy mal.

¿Qué necesitamos hacer entonces para acompañar a otros en momentos difíciles?

¡Escuchar!

Parece fácil, ¿no? ¿Y por qué el otro no se siente escuchado y nuestras palabras terminan resonando como un eco sin sentido alguno?

Porque para escuchar de verdad, primero hay que conectar. ¿Y cómo se hace para conectar?

Estando presentes, poniendo toda nuestra atención en lo que el otro tiene para contarnos. Estando abiertos para recibir sus palabras en silencio, sin interrumpir con nuestras propias opiniones.

Esto sí que es más difícil. Pero no imposible.

Es difícil porque lo más probable es que nos surjan una infinidad de consejos como si fueran chorros de agua que salen a borbotones de una fuente. Si bien pueden estar muy bien intencionados, son parte de nuestra propia manera de mirar el mundo. Esto significa que nos podrían servir a nosotros pero no necesariamente a la otra persona.

¿Con conectar y escuchar alcanza?

Conectar y escuchar es necesario pero no suficiente para acompañar a un otro que se encuentra abrumado y a punto de ahogarse en un mar de negatividad.

Acá vienen, a mi forma de ver, dos preguntas tan mágicas como poderosas: ¿qué estás necesitando? ¿cómo puedo ayudar?

Podés toparte con una persona afligida en cualquier momento. No hace falta que esté pasando por una desgracia. Tampoco hace falta que la conozcas. Con solo prestar atención a tu alrededor podrás percibir su angustia.

Si querés de verdad acompañarla, sólo necesitás recordar lo siguiente:
conectar,
escuchar y
las preguntas mágicas “qué estás necesitando” y “cómo puedo ayudar”.

Flor Barreiro
- Life Coach -

Soy coach profesional y disfruto de acompañarte en la búsqueda de tu propósito de vida, de tu propio para qué, y que desde allí puedas empezar a diseñar tu futuro y a hacerte cargo del cambio que necesites.

Recibí en tu mail nuevos artículos y guías gratuitas

Conocé los Programas

Diseñá tu futuro hoy

Coaching uno a uno

¿Te gustó lo que leíste?

Suscribite a mi lista y recibí nuevo contenido en tu email

Suscribite y recibí contenido de valor para empezar a diseñar tu futuro hoy!